


Mi historia personal ha sido edificada en los extremos, pues para mí no existen términos medios. Soy un artista que vive en el día a día, creo que no hay retorno, no hay todo “tiempo pasado fue mejor” ni tampoco creo que el futuro lo pueda ser, solo el presente, lo inmediato es lo que nos permite sobrevivir. Mis recuerdos, mi memoria están expresadas en una obra de arte, la cicatriz es la memoria latente, es una huella en el cuerpo, es la vivencia que está llena de imágenes que impactaron mis sentidos.
“…es más bien la memoria de la experiencia. Y como todos sabemos, todos tenemos mala memoria, la memoria siempre se va desvaneciendo…desapareciendo, lo que a mí me interesa es la memoria que está en proceso de olvido y ahí es donde se inscribe mi obra…”
La obra de arte nos ayuda a reflexionar acerca de la memoria y a reinterpretarla. No se trata de revivir un momento sino de acercarnos a ese momento y, de alguna manera inmortalizarlo. Busco hacer cicatrices en la memoria, materializando el recuerdo, y así el recuerdo no se olvidará.
Mi trabajo sirve para inmortalizar experiencias familiares y del lo que significó el cambio de vivir en el campo para luego vivir en una ciudad, de conflictos sociales. Este trabajo es autobiográfico porque muestra mis vivencias y lo que interpreto de ellas. Son mis problemas y mis maneras de solucionarlos. La coca y la cocaína son los objetos simbólicos de mi obra por mi cercanía con la planta y su proceso, además de la influencia que ha tenido en mi desarrollo personal y artístico. La coca como planta, como símbolo, como droga, como negocio, como parte de los íconos colombianos.
Una cosa es la manera como el gobierno muestra la producción y el consumo de una planta que ellos mismos han hecho ver como maldita, procesada como delito en cualquier escala.
Otra cosa es la manera como se percibe a la coca y a la cocaína desde la comodidad de una silla, un control de televisión y unas chanclas mientras se huele.
Otra cosa, y es a lo que yo le apunto, es sentir todo el proceso en carne propia, ser partícipe de su alquimia y todo lo que implica la comercialización. Este trabajo artístico es el resultado de esa participación directa y de todas las reflexiones visuales que he hecho hasta el momento derivadas de su proceso.
Para mi es importante la coca y la cocaína, tanto que busco legitimar la planta y la droga a través del arte, que las personas vean el proceso que hay detrás de su producción y consumo, los problemas y respuestas que trae a la sociedad.
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